26 de mayo.
Muerto.
¿Por qué se dice estás, si no estás?
¿Por qué se dice estás, si no estás?
El último adiós es un instante infinito. Asoma la nada tras
la mirada triste. Y no quieres que llegue.
El último beso es un instante infinito. No quieres que
acabe. Y se instala el vacío tras el roce triste.
La vida retrasa sus horas. El tiempo en presente es más
lento que hacia atrás. Se estira el ayer. Si avanzo, el muerto se va. Pesa el
mundo al girar. Insulta, insiste, sigue…
Digo fue, tuve, estuve, amé. Es un nuevo pasado simple.
Extraño pretérito inconcluso porque aún lo alegre sería redondo y perfecto, si
pudiera contárselo, y lo triste más llevadero, si su cuerpo me sirviera de
almohada.
Hoy mi sonrisa necesita el impulso de mis dedos. Es el dolor
de la ausencia que da un pinchazo. Ligero.
Pasa el tiempo, pasa el tiempo… el tiempo.
No se cumplen los años de un muerto.
Pero son tres.
Porque hubo un día que supimos que no podríamos olvidar, porque sentimos que el tiempo se detenía en un instante, que nos invadía el frío y el dolor de la pérdida…aquel mismo instante en que nos dimos cuenta que hay personas que seguirían estando sin estar.
ResponderEliminarExiste un lugar en la memoria, donde el tiempo se detiene, donde residen fechas, lugares, olores…aquellas fotos imprescindibles del álbum de nuestra vida.
Requiescat in pace.
ResponderEliminarLolaylo
Noviaalafuga, son hermosas tus palabras. Gracias.
ResponderEliminarDescansó, Lolaylo. Gracias.
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