Reparte las horas de tus días, si para mí son tus noches. A la caída del sol, apaga la luz. Quítate la máscara de hombre fuerte y muéstrate a oscuras.
Mis manos te pueden leer, acariciándote. Las sientes.
Mis manos te pueden leer, acariciándote. Las sientes.
Tranquilo, sé quién eres. Tú eres yo.
O si prefieres, amor, regala verano. Guarda un otoño a dúo y el invierno será primavera. Háblame en dulce sosiego, mi compañero del alma. Deja a tus labios fundirse en la sonrisa de mi cara. Tu sonrisa.
Guardo el secreto. Yo soy tú.
Pasarán los días y se hará de noche. Pasará el verano, llegará el invierno. Ven ya, ven. De vez en cuando, haremos el amor hasta el amanecer. Dejaré una ranura en la ventana para verte a mí, para verme a ti.
Renacer, renacer.
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